Psiquiatría, una industria de la muerte (Documental, 2006)

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A pesar de ser un documental con ciertos aires de sensacionalismo innecesario, “Psiquiatría, Una industria de la muerte” entrega datos útiles sobre los orígenes históricos de la institución psiquiátrica, expone algunas de sus falacias y/o fraudes tanto teóricas como practicas que configuran el modelo médico, lo muestra en un marco genealógico acompañándose de entrevistas hasta llegar al fraude y negocio psiquiátrico contemporáneo. El documental denuncia la histórica y contingente brutalidad psiquiátrica sobre sus víctimas/pacientes, no pretende criticar la psiquiatría por sus soportes como institución normativa de la tiranía de la Razón y de la higiene público, sino por su considerable violencia discursiva y practica.

CONTENIDOS:

Capítulo 1, La Psiquiatría: Una Industria De La Muerte

Los gobiernos, las compañías de seguros e individuos pagan miles de millones de dólares cada año a los psiquiatras buscando remedios que los psiquiatras mismos admiten que no existen.

Las “terapias” psiquiátricas han causado millones de muertes.

La venta de drogas psiquíatricas en el mundo asciende a más de 76 mil millones de dólares al año.

Capítulo 2, Los Orígenes De La Psiquiatría

Desde su principio en el siglo XVIII, usando las prácticas de recluir, restringir y aislar a las personas con problemas en instituciones, los psiquiatras han sacado provecho de la miseria humana.

La tortura, experimentos, restricción física y mental, y los llamados “tratamientos” que se infligen a cientos de miles de personas cada año, resultan en miles de muertes.

Capítulo 3, El Hombre Redefinido

Al redefinir el hombre como un animal sin alma, los psicólogos y psiquiatras pensaron que el hombre podría ser manipulado tan fácilmente como un perro que puede ser entrenado a babear cuando escucha una campana.

Capítulo 4, La Psiquiatría: Los Hombres Tras El Holocausto

Los nazis mataron a millones de personas.

Su justificacion fue la teoría de la eugenesia de los psicólogos y los psiquiatras: que ciertas personas que son inferiores, deberían ser exterminadas y que su tipo debería desaparecer de la raza. Estos artífices del holocausto nunca fueron llevados ante la justicia.

Capítulo 5, La Psiquiatría: Creando Razismo

Desde el apartheid en Sudáfrica hasta el Ku Klux Klan y experimentos en minorías en Estados Unidos, los racistas más salvajes se inspiraron en la eugenesia que justificaba la injusticia, la inhumanidad y la negación de la dignidad humana a millones de personas.

Capítulo 6, Psiquiatría Soviética

El hombre lucha y muere por el derecho a hablar y actuar libremente. La psiquiatría conspiró con aquellos en el poder en la Rusia comunista para despojar de los derechos políticos a los disidentes y definir su “búsqueda de justicia” como trastorno mental para justificar su encarcelamiento.

Capítulo 7, Daño Cerebral: Cura Milagrosa De La Psiquiatría

Si se clavara un punzón accidentalmente detrás de los góbulos oculares de alguien o recibiera una descarga eléctrica de 120 a 240 voltios, dejándolo convulsionado y respirando con dificultad, se le llevaría al hospital urgentemente.

Para un psiquiatra estos actos son “tratamiento”.

Las operaciones psiquiátricas del cerebro se siguen practicando hoy en día, a pesar de la falta de evidencia científica que apoye la teoría de que el cerebro es la causa de cualquier trastorno mental.

Capítulo 8, Drogando Por Lucro

Las drogas psiquiátricas no están diseñadas para curar, sino para suprimir los síntomas y dañar físicamente a quien las toma. Con cada una de las nuevas “píldoras milagrosas” se hacen declaraciones de que son seguras y eficaces; sus peligros sólo se exponen más tarde. Las drogas psiquiátricas
matan.

A más de 500 millones de personas mundialmente se les ha prescrito drogas psiquiátricas para afecciones que no son enfermedades y que ninguna prueba de sangre, rayos x, prueba de desequilibrio químico, encefalograma
o exámen físico pueda verificar.

Capítulo 9, Coacción e Inmovilización Psiquiátricas

Hoy en día el uso de la restricción física y química en los hospitales mentales por los psiquiatras es un procedimiento muy lucrativo. Admitiendo que la muerte usualmente es inevitable por tales procedimientos, literalmente hablando, a los psiquiatras se les deja hacer lo que les da la gana.

Capítulo 10, Criminalidad Psiquiátrica

Trabajando en una “profesión” compuesta de individuos que cometen violaciones, extorsión y fraude, muchos psiquiatras han recibido sentencias de prisión y multas civiles.

Como mínimo, el diez por ciento de los psiquiatras asaltan a sus pacientes sexualmente; de cada 20 víctimas una es menor de edad.

Los organismos que regulan las drogas en todo el mundo han emitido más de 70 advertencias contra el uso de drogas psiquiátrica, exponiendo las drogas como causa de defectos de nacimiento, alucinaciones, psicosis, hostilidad, agresión, efectos de abstinencia, daño hepático, ataques cardiacos, derrame cerebral, tendencias homicidad, suicidio y muerte.

Capítulo 12, Los Niños: En La Mira De La Psiquiatría

A millones de niños los psiquiatras les han puesto etiquetas por el comportamiento normal de la niñez y les han prescrito drogas psiquiátricas que hacen que cometan actos violentos y suicidio.

A diecisiete millones de niños se le han prescrito drogas psiquiátricas que alteran la mente, incluyendo a infantes menores de un año.

Capítulo 13, La Psiquiatría: Influencia Oculta

Durante más de 60 años, la psiquiatría ha impulsado su agenda de control, poder y dominación en una sociedad que no ha sospechado de esto, infestando el campo del cumplimiento de la ley, la educación, la medicina, la
política y muchos otros.

Capítulo 14, Comisión de Ciudadanos Por Los Derechos Humanos

Restaurando los derechos humanos y la dignidad a la salud mental.

Las guerras, revoluciones y sufrimiento del hombre provienen de la falta de datos acerca de la mente y el hombre. Con la psiquiatría dominando este campo, hemos tenido un siglo de sufrimiento indecible y violencia.

Los psiquiatras actúan por encima de la ley: encierran a la gente sin ningún proceso judicial, la privan de sus derechos humanos mientras la obligan a recibir tratamientos que no desean. La Comisión de Ciudadanos Por Los
Derechos Humanos ha expuesto violaciones de la psiquiatría, ha luchado contra estas y ha ganado durante más de 36 años.

FICHA TÉCNICA:

Título: Psychiatry – An Industry of Deadh.
País: EE.UU.
Año: 2006
Género: Documental/ Sociedad/ Salud
Producción: Citizen Comission on Human Rights International
Calidad: DVDRip
Duración: 1:48:22
Idioma: Inglés
Subtítulos: Español (incorporados)

VER ESTE DOCUMENTAL (otras opciones):

http://video.google.com/videoplay?docid=7470718294660802591

http://vimeo.com/12199268

4 pensamientos en “Psiquiatría, una industria de la muerte (Documental, 2006)

  1. Desde hace algún tiempo, sigo las entradas en el blog, pues me parecen muy necesarias e interesantes.
    Hasta ahora casi me he limitado a leer las entradas y a reflexionar sobre lo que contenían, y más allá de algunos matices, he encontrado una importante afinidad en ellas.
    Hoy me he decidido a romper el silencio de mis pensamientos porque me ha parecido necesario insistir en lo mencionado en la introducción a esta nueva entrada.

    Al igual que la revista que se editó de este documental al que se alude y las exposiciones que se han hecho con su contenido, quisiera insistir en que este documental tiene un tratamiento totalmente sensacionalista, «innecesario» como muy acertadamente se apunta, más allá de los datos y las “verdades” que pueda aportar.

    Para empezar, la psiquiatría no mata más que cualquier otra disciplina médica, y con esto no pretendo disculpar a las prácticas psiquiátricas, sino cuestionar y poner en la misma tesitura a la práctica médica oficial y hegemónica.

    Hay que reconocer que en muchas ocasiones, quienes entramos en las consultas psiquiátricas suele ser porque el resto de prácticas médicas nos ha desestimado como “enfermos” de sus conocimientos médicos. La psiquiatría no es más que una consecuencia del sistema de salud que nos escinde y que sostiene que el malestar que no es orgánico, es psicológico-mental.

    En los diferentes capítulos, aparecen cuestiones como las drogas psiquiátricas, como si fueran las únicas sustancias existentes. Toda la medicina se sustenta a base de drogas. La gravedad de esta circunstancia es que las drogas utilizadas en psiquiatría, pueden tener unos efectos fatales para quienes las consumen, por lo que se vulnera uno de los principios de la medicina que es “no hacer daño”, pues los inconvenientes suelen ser casi siempre desproporcionadamente mayores que los beneficios (si es que estos aparecen).

    No comparto esa tendencia culpabilizadora de la psicología y la psiquiatría, pero tampoco comparto esa misma tendencia de quienes señalan a lxs psiquiatras como responsables de no acertar con sus males y su tratamiento. Nuestra actitud frente a nuestros malestares debe ser siempre activa y psiquiatras y psicólogxs son responsables en la medidas de sus implicaciones y compromisos, pero no más. La antipsiquiatría fue un movimiento en el que también participaron algunos psiquiatras, y aunque ese compromiso es cada vez más difícil que se repita, debemos ser precisos a la hora de hablar sobre las prácticas psiquiátricas, algunas de ellas aberrantes y otras necesarias de una completa revisión y cambio.

    Pero volviendo al sensacionalismo del documental, en el capítulo 4 se mencionan los millones de personas que exterminaron “los nazis”, muchas de ellas con diagnósticos en salud mental, buscando una relación con las que han muerto por la psicología y la psiquiatría, argumentando que se basaron en teorías eugenésicas suprematistas. También se mencionan prácticas muy similares con el apartheid en Sudáfrica, el Ku Klux Klan y los perversos experimentos en USA con personas de las llamadas minorías étnicas (capítulo 5). Siguen con los encarcelamientos que propició la psiquiatría soviética en contra de las ansias de libertad de las personas.

    Sin negar lo expuesto, sino más bien reafirmando esos hechos, pero no convirtiéndolos en momentos puntuales únicos y exclusivos de esas ideologías, quería expresar que la persecución de las ideas libres ha sido una constante en la historia de la humanidad. Esas mismas prácticas eugenésicas ya se llevaron a cabo en la Grecia que se supone “cuna de nuestra cultura occidental”. La eugenesia es algo que las ideologías racistas han asumido como “ciencia” de limpieza étnica, con la justificación de la contaminación por el mestizaje y la multicultura, pero a día de hoy, lo que podemos asegurar, es que en esta cultura occidental no existen ni “razas puras”, ni tan siquiera “razas”, y esos mismos precursores del “no pensamiento” racista del odio racial, son portadores de tanta “impureza” como cualquiera de sus grupos perseguidos y/o “demonizados”.

    En cuanto al diagnóstico como “enfermo mental” de disidentes, no es una práctica exclusiva de la psiquiatría soviética, sino de todos los regímenes totalitarios. Con la instauración de la dictadura fascista por Franco en el estado español, la política psiquiátrica oficial que desarrolló el psiquiatra y militar Vallejo-Nájera, permitió la psiquiatrización y encierro de hombres y mujeres, a causa de sus ideas. Posteriormente, reformando la ley de la República de vagos, maleantes y peligrosidad social, la persecución se extendió a quienes eran identificadxs como homosexuales o por prácticas sexuales no heteronormativas.

    El fundamento de tanto dolor no se limita sólo a determinadas ideologías, ante las cuales la ciencia es sumamente “permeable”, sino a un sistema que a lo largo de la historia de la humanidad se ha ido definiendo y reforzando. Ese sistema no es únicamente la forma neoliberal del capitalismo, sino también la base que lo sustenta y sobre la que se construye y resignifica día a día: el patriarcado. De ahí surgen casi todas las demás opresiones, y se potencian con un capitalismo como el neoliberal que, haciendo una interpretación falsa e interesada de las teorías darwinistas, ha sostenido durante mucho tiempo la idea de supervivencia del más fuerte, imponiendo el individualismo (que no es lo mismo que la individualidad) y negando toda posibilidad de apoyo mutuo al destruir la comunidad, lugar en el que ese apoyo mutuo se convertía en un arma e instrumento de resistencia.

    En todo este proceso deshumanizador y de construcción de estructuras de opresión, las ciencias sociales como la antropología, sociología, psicología, etc…, han sido piezas esenciales para sostener el control y el orden social, así como ideales colaboradoras con las fuerzas policiales, para acabar con toda manifestación de resistencia. La psiquiatría en muchos casos, a través de muchos de sus psiquiatras, ha jugado, además, el papel de victimario y juez.

    Señalar a determinadas ideologías como responsables de exterminios, e ignorar el exterminio permanente de este sistema genocida, padre y alimento espiritual de todos los demás, no es más que otra estrategia de impunidad para evitar que a este sistema, se le reconozca como inspirador y eficaz colaborador y sustentador de los demás.

    Ese sensacionalismo del documental se culmina con la utilización de la imagen del niño o la niña inocente bajo constante amenaza, sin equiparar ese peligro, al que pudiera emanar de la misma educación obligatoria que se imparte en las instituciones escolares.

    La psicología ha tenido un papel fundamental en el control y sometimiento de la infancia, a la que este sistema puso en su centro de atención (en la segunda mitad del siglo XIX), para neutralizar en un futuro las constantes revueltas insurreccionales del pueblo.

    Aclarar que las guerras, revoluciones y sufrimiento de los seres humanos y no humanos, no provienen sólo de “la falta de datos acerca de la mente y el hombre”. Las ansias de poder y los deseos de libertad han sido una constante antagónica en nuestro devenir. La opresión, el control, el sometimiento, el terror, la imposición, la violencia, el dogma, la fe, la privación de libertades y muchos otros aspectos que han caracterizado a ese ansia de poder, han encontrado una fuerte resistencia en quienes han sentido un fuerte deseo por las libertades. Y en ese camino de liberación, no hemos estado exentxs de errores y actitudes autoritarias.

    La psiquiatría no ha sido la única ni la más responsable, de nuestro azorado y atormentado devenir. Eso sí, ha sido un eficaz instrumento de control social y de normativización alienante en esta sociedad occidental.

    No es cierto que los psiquiatras actúen “por encima de la ley”. Esta afirmación del capítulo 14, no contempla que ese marco de actuación de la psiquiatría, ha sido sometido exhaustivamente a protocolos torturantes y de sistemática humillación del ser humano diagnosticado, legalizando, y por tanto legitimando, unas práctica de “situación de excepción”, en la que la persona queda completamente cosificada y pierde su calidad de humana, para poder vulnerar todos sus hipotéticos derechos que en otras circunstancias tan hipócritamente nos escandalizarían.

    Evitar entrar en el trasfondo de la institución psiquiátrica como un importante instrumento normativo de este sistema, para la consecución de sus fines y objetivos, y remitirse exclusivamente a la violencia de sus prácticas, es quedarse a medio camino. Muchas de esas prácticas brutales abandonaron su aplicación pública (siguieron aplicándose con cierto secretismo), con el descubrimiento de los neurolépticos, sin embargo el maltrato psiquiátrico, en esta ocasión por la aplicación de “camisas de fuerza químicas”, ha persistido en el tiempo. Estos nuevos fármacos que se presentan como panacea para todos los malestares, no actúan sobre todos los síntomas. Se dirigen casi exclusivamente a los que llaman “síntomas positivos”, aquellos que servían de válvula de escape para exteriorizar toda la rabia, la frustración…, y que tanto incomodan a la sociedad, a la familia y al entorno más cercano. Los otros, los llamados “negativos”, apenas si se ven afectados y por tanto mantienen el estado interior de angustia, sufrimiento y desesperación.

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